UN BUEN COMIENZO

Doy rienda suelta a mi nuevo blog sobre cine en Blogger. El anterior, llamado LOS VIERNES AL SOL, lo tenía en la plataforma El País. Aunque hablar a éstas alturas de Crepúsculo no es muy actual. Pero una forma de empezar a darle un contenido, en todo el trabajo de composición y grafismo de éste nuevo blog, era comenzarlo rescatando algunos de los antiguos artículos de LOS VIERNES AL SOL, con críticas sobre películas que en su momentos fueron éxito, como la protagonizada por Kristeen Stewart y Robert Patinson.

domingo, 30 de marzo de 2014

OTROS DÍAS VENDRÁN


Año : 2006
Nacionalidad : España
Director: Eduard Cortés.
Intérpretes: Cecilia Roth, Antonio Resines, Nacho Aldeguer, Nadia de Santiago Diana Peñalver, Fernando Guillén, Alex Angulo.


Alicia (Cecilia Roth) es una profesora de instituto que tiene una hija (Nadia de Santiago) y un padre, enfermo de Alzheimer, al que cuida (Fernando Guillén). Ella es una mujer falta de cariño, y tan solo consigue entablar relaciones por internet con un menor (Nacho Aldeguer), quien se obsesiona con ella y no consigue dejarla en paz.
La casualidad y el empeño de su hija por conseguirle un marido, le llevará a conocer a Luis (Antonio Resines), un empresario que acaba de perder a su mujer e hijo menor. Ambos entablaran una excelente relación, hasta que la casualidad, esta vez la más inoportuna, les llevará a un desenlace de lo más inesperado.
Otros días vendrán, cuenta una historia mas cotidiana y menos intrigante que el anterior título del director, La vida de nadie. No es la presenta una película maestra, de sobrados detalles medidos a la perfección. Se podría decir, en relación al mérito artístico, que la interpretación de Antonio Resines es demasiado serena (incluso algo inexpresiva) y la de la niña Nadia de Santiago, demasiado melosa. Pero todo ello queda compensado con el resultado final de una historia que despierta la sensibilidad del espectador (sobretodo la fémina) con las personas menos afortunadas pero con habilidad y derecho a un pequeño golpe de suerte; sensibilidad acentuada aún mas gracias al poder de credibilidad de Cecilia Roth y Fernando Guillén, ambos inmejorables.
Una historia donde la casualidad, a veces es la maravilla que resuelve una vida desastrosa, y otras, la providencial maldición común que comparten los dos protagonistas, Alicia y Luis que casi empaña la química entre ellos.
Quizá una torpeza en la realización, como sucede en otras películas de nuestro cine, es la aparición de un plano, poco pudoroso, donde Fernando Guillén muestra sus genitales al levantarse de una bañera. Pero ante esta historia, muy bien contada a pesar de altibajos artísticos y técnicos, el broche de oro aparece en el final y es la belleza y emotividad con la que Cecilia Roth recuerda interiormente las cinco cosas por las que merece la pena vivir, hablando en una apaciguada voz en off.

RED DE MENTIRAS

Título original: Body of Lies
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Russel Crowe, Mark Strong, Golshifteh Farahani, Oscar Isaac y la participación de Gianina Faccio.
Dirección: Ridley Scott
Nacionalidad: E.E.U.U

Webhttp://www.la.warnerbros.com/bodyoflies
Roger Ferris es el espía predilecto del Servicio de Inteligencia Norteamericano, y lleva a sus espaldas misiones de lo mas peliagudas, en países de gran peligrosidad donde actuar con eficaz destreza depende de una sofisticada red de comunicaciones . Trabaja para Ed Hoffman, un veterano de la CIA, quien tiene para Ferris una nueva misión: infiltrarse en el entorno clandestino que ha permitido que un líder terrorista , sito en el punto de mira de Hoffman, no haya sido capturado todavía por ser el responsable de una oleada de atentados por toda Europa.Ferris quiere llevar a cabo la misión jugando limpio y sin traicionar a personajes clave de la misma , pero tendrá que enfrentarse a un modo distinto de actuar; aquel que obedece a los intereses políticos de Hoffman, del cual el espía desconfia a temor por su vida.
Red de mentiras no es ni la mejor ni peor película de Ridley Scott; sino una mas, y tanto.  Vuelve a contar con un Russell Crowe al que dábamos por perdido y reserva un papel para Gianina Faccio (antigua novia de Julio Iglesias, quien estuvo en nuestro país a las órdenes de Jose María Castellví con Poppers -1984- y ahora mujer de Ridley Scott), por poner dos ejemplos fieles a su tono personal.En su veterana, aunque intermitente filmografía, Ridley ha llevado a cabo todo tipo de géneros. Es una lástima comprobar en esta película como Ridley ha perdido facultades en un género, la acción, con el que en su día logro brillar con fuerza gracias a Blade Runner o Los duelistas.
A mediados de los noventa películas como Independence Day o Deep Raising correspondían al boom argumental de las películas de catarsis colectivas a raíz de la destrucción del mundo. Después vinieron las películas de soldados (Salvar al soldado Ryan, La delgada línea roja, La teniente O´neill), por no hablar de la fiebre de los remakes. Y quizá el problema de Ridley Scott con Red de mentiras es su afán de adaptarse a la última de estas modas hollywodienses: ahora se trata de reflejar la pugna entre E.E.U.U y Oriente Medio con la amenaza terrorista y la sofisticada logística de la CIA como telón de fondo. Una temática que empieza a ser repetitiva y cansina, y a la que el guionista del filme, William Monahan, nos tiene mas que acostumbrados.
Red de mentiras es una película mas en este especie de calcografía que empieza, de por si, con su reparto; el típico tandem formado por actor veterano o consagrado (Russel Crowe) y el jóven actor al que el director se empeña en acorazar como el guerrero duro, pero al que asociamos mas con comedias o teenager movies (Leonardo di Caprio). En efecto, Leonardo DiCaprio no da un perfil de chico duro que vaya mas allá de un buen resultado como actor acostumbrado a otro tipo de rolles y el cual Ryan Phillipe o Matt Damon podrían abordar mejor. Pero si que cabe destacar de Red de mentiras, el resto del reparto, en el que destaca el talento y la belleza de la actriz iraní Golshifteh Farahani, cuya inocencia y naturalidad en su papel de enfermera, irradia vitalidad.

El argumento, no demasiado original, fluye por una atmósfera cargada de secretismo y confidencialidad, dentro de una escenografía que pretende hacernos creer que la película discurre dentro de una sofisticada logística informática y una aparatosa red de telecomunicaciones. Y, de hecho, nos lo hace creer porque lo cierto es que los efectos visuales, sonoros y gráficos de la historia se imponen por encima de una trama enrevesada que no dejan claro al espectador quienes son los buenos, quienes los malos y quien está de parte de quien. Pero el peor efecto que puede ocurrir en una película como Red de mentiras, y que también sucede en sus otras homónimas, es restar de acción a una película donde justo esta es el denominador principal para sustituirla por lentas escenas dedicadas a las filosofías personales y patrióticas de los personajes.
En definitiva Red de mentiras es un tributo al filón actual, que ya empieza a marchitar pero que, sin embargo, como toda película americana de acción que se precie, y pese a no ser demasiado favorable la critica por no aportar el film nada inédito, sus resultados comerciales si son buenos.


CREPÚSCULO


Título original: Twilight
Dirección: Catherine Hardwicke
Nacionalidad: USA
Género: Drama fantástico
Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Billy Burke, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Nikki Reed, Kellan Lutz, Cam Gigandet, Edi Gathegi, Ashley Greene
Web (versión española): www.crepusculo-lapelicula.es
Duración: 121 minutos

Guión: Melissa Rosenberg
Fotografía: Elliott Davis
Música: Carter Burwell
Bella Swan (Kristen Stewart) es una jóven adolescente pero de ideas diferentes y maduras que, en un momento dado de su vida, abandona el hogar materno en el condado de Arizona para mudarse a vivir con su padre biológico a Forks, un pequeño y frío pueblo del condado de Washington. En el instituto de Forks conoce a Frank Cullens (Robert Pattinson), un actractivo jóven pero con una actitud muy estrafalaria. Motivada por un amor y atracción irrefrenables hacia el jóven, Bella pondrá todos sus medios en desvelar el misterio de su nuevo amor quien resulta pertenecer a un antiguo clan de vampiros sobre los que pesa una leyenda negra.
Crepúsculo es un filme que representa una buena noticia. El renacimiento de un género que ha pasado de ser aquella originalidad que se contemplaba en la inocencia de las tribus urbanas, interpretadas por la magia de generaciones de actores a los que era muy difícil imitar, a convertirse en el espejismo perenne del frenesí desmedido con el que todo jovencito sueña al cumplir los dieciocho. La teenager movie (película de adolescentes) se está reinventando paulatinamente a sí misma en sugerentes títulos como Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola (esta puede considerarse mas que una teenager movie), The Faculty, de Robert Rodríguez o incluso Entre mujeres, de Jon Kasdan y otro título de la directora de Crepúsculo, Thirteen. Y esta vez, Catherine Hardwicke presenta una historia, basada en la exitosa novela de Stephenie Mayer, que combina de una forma natural amor y misterio con una pizca de humor, sin que este esté de mas. La jóven protagonista, quizás harta de un entorno de confusión demasiado convencional penetra en el enigmático mundo del chico por el que se siente atraída, de forma esporádica y sin demasiados rodeos. A lo largo del metraje, se puede contemplar un respeto entre los personajes (sin salirse de los típicos rolles estudiantiles americanos) que se echaba en falta en películas del género y que la directora lleva a cabo rompiendo tópicos. Así, la estudiante novata no es aquí fruto de las envidias veteranas; el chico raro no es marginado sino que se margina a si mismo por sus prinicipios y ni siquiera hay de por medio ningún estereotipo de patoso o payaso funcional. Hay, pues, en la película, un factor humano traducido en la sensibilidad del personaje, que la directora realza con escenas a cámara lenta donde cada palabra, gesto o movimiento personal destacan sobre el entorno difuminado de una realidad que se congela a merced del tiempo de meditación del personaje. Todo ello, amenizado por una banda sonora que armoniza con la intensidad emocional de esa meditación. En Crepúsculo, los efectos visuales tampoco pasan inadvertidos, destacando movimientos de cámara que dotan de dinamismo a un momento de la historia; el enfrentamiento entre las dos sagas de vampiros. En su defecto, el film tiene pequeñas torpezas, en forma de recursos que no terminan de aportar demasiada credibilidad. Por una parte, el momento en el que Frank Cullen y sus extraños hermanos aparecen en escena, por primera vez, mientras son descritos por los nuevos amigos de Bella, denota previsiblemente que los Cullen traen misterio consigo, en aras de una descripción demasiado delatora y un maquillaje fúnebre sobrecargado. Por otra, las escenas que corresponden a las remotas reminiscencias de Frank y de como se convirtió en vampiro. Aunque quizás estas torpezas no sean mas que experimentaciones en la realización, exigidas piadosa y justificablemente por el guión, si tenemos en cuenta que este género no siempre es la credibilidad lo que busca sino contentar a su público buscando la fuerza en el impacto sonoro o visual.