UN BUEN COMIENZO

Doy rienda suelta a mi nuevo blog sobre cine en Blogger. El anterior, llamado LOS VIERNES AL SOL, lo tenía en la plataforma El País. Aunque hablar a éstas alturas de Crepúsculo no es muy actual. Pero una forma de empezar a darle un contenido, en todo el trabajo de composición y grafismo de éste nuevo blog, era comenzarlo rescatando algunos de los antiguos artículos de LOS VIERNES AL SOL, con críticas sobre películas que en su momentos fueron éxito, como la protagonizada por Kristeen Stewart y Robert Patinson.

domingo, 30 de marzo de 2014

CREPÚSCULO


Título original: Twilight
Dirección: Catherine Hardwicke
Nacionalidad: USA
Género: Drama fantástico
Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Billy Burke, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Nikki Reed, Kellan Lutz, Cam Gigandet, Edi Gathegi, Ashley Greene
Web (versión española): www.crepusculo-lapelicula.es
Duración: 121 minutos

Guión: Melissa Rosenberg
Fotografía: Elliott Davis
Música: Carter Burwell
Bella Swan (Kristen Stewart) es una jóven adolescente pero de ideas diferentes y maduras que, en un momento dado de su vida, abandona el hogar materno en el condado de Arizona para mudarse a vivir con su padre biológico a Forks, un pequeño y frío pueblo del condado de Washington. En el instituto de Forks conoce a Frank Cullens (Robert Pattinson), un actractivo jóven pero con una actitud muy estrafalaria. Motivada por un amor y atracción irrefrenables hacia el jóven, Bella pondrá todos sus medios en desvelar el misterio de su nuevo amor quien resulta pertenecer a un antiguo clan de vampiros sobre los que pesa una leyenda negra.
Crepúsculo es un filme que representa una buena noticia. El renacimiento de un género que ha pasado de ser aquella originalidad que se contemplaba en la inocencia de las tribus urbanas, interpretadas por la magia de generaciones de actores a los que era muy difícil imitar, a convertirse en el espejismo perenne del frenesí desmedido con el que todo jovencito sueña al cumplir los dieciocho. La teenager movie (película de adolescentes) se está reinventando paulatinamente a sí misma en sugerentes títulos como Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola (esta puede considerarse mas que una teenager movie), The Faculty, de Robert Rodríguez o incluso Entre mujeres, de Jon Kasdan y otro título de la directora de Crepúsculo, Thirteen. Y esta vez, Catherine Hardwicke presenta una historia, basada en la exitosa novela de Stephenie Mayer, que combina de una forma natural amor y misterio con una pizca de humor, sin que este esté de mas. La jóven protagonista, quizás harta de un entorno de confusión demasiado convencional penetra en el enigmático mundo del chico por el que se siente atraída, de forma esporádica y sin demasiados rodeos. A lo largo del metraje, se puede contemplar un respeto entre los personajes (sin salirse de los típicos rolles estudiantiles americanos) que se echaba en falta en películas del género y que la directora lleva a cabo rompiendo tópicos. Así, la estudiante novata no es aquí fruto de las envidias veteranas; el chico raro no es marginado sino que se margina a si mismo por sus prinicipios y ni siquiera hay de por medio ningún estereotipo de patoso o payaso funcional. Hay, pues, en la película, un factor humano traducido en la sensibilidad del personaje, que la directora realza con escenas a cámara lenta donde cada palabra, gesto o movimiento personal destacan sobre el entorno difuminado de una realidad que se congela a merced del tiempo de meditación del personaje. Todo ello, amenizado por una banda sonora que armoniza con la intensidad emocional de esa meditación. En Crepúsculo, los efectos visuales tampoco pasan inadvertidos, destacando movimientos de cámara que dotan de dinamismo a un momento de la historia; el enfrentamiento entre las dos sagas de vampiros. En su defecto, el film tiene pequeñas torpezas, en forma de recursos que no terminan de aportar demasiada credibilidad. Por una parte, el momento en el que Frank Cullen y sus extraños hermanos aparecen en escena, por primera vez, mientras son descritos por los nuevos amigos de Bella, denota previsiblemente que los Cullen traen misterio consigo, en aras de una descripción demasiado delatora y un maquillaje fúnebre sobrecargado. Por otra, las escenas que corresponden a las remotas reminiscencias de Frank y de como se convirtió en vampiro. Aunque quizás estas torpezas no sean mas que experimentaciones en la realización, exigidas piadosa y justificablemente por el guión, si tenemos en cuenta que este género no siempre es la credibilidad lo que busca sino contentar a su público buscando la fuerza en el impacto sonoro o visual.

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